¿Qué tal estáis hoy? De lunes, ¿verdad?
Os traigo hoy una entrada muy especial para mí y es que voy a presentaros a alguien muy, muy especial para mí... ¿¿¿alguna idea???
Es mi perrita Luna, ¿a que es mona? La recogí de una protectora cuando sólo tenía 50 días y estaba recién destetada...
Qué preciosidad... se durmió encima de mi zapatilla y hoy (más de 2 años y 9 meses después) sigue haciéndolo todos los días.
Qué obediente, eh?
Parece que está posando, jeje.
En plena adolescencia, qué canija y pelona se quedó...
Me encanta cuando pone una oreja para arriba y la otra para abajo!
Y bueno... teniendo en cuenta que he crecido rodeada de perros y que soy alérgica a los gatos... estaba claro cuál iba a ser mi elección...
Decidí adoptar porque comprar, la verdad, me parece un error y una desconsideración para con todos los animalitos que hay en protectoras, perreras y demás. Es una mezcla, no tiene raza, pero a mí eso me da igual. Hay quien le dice "chucho", algo que realmente me molesta, pero luego pienso que para mí es la chucho más bonita y cariñosa que he tenido en mi vida.
Es buenísima, sólo tiene un defecto y es que salta como una condenada cuando se pone nerviosa o cuando viene alguien a casa. Es su forma de saludar, pero no me gusta y lo he intentado de muchas maneras pero nada, no hay forma de quitarle esa manía.
Por lo demás, es fantástica, es la definición perfecta del "perrito faldero", no me deja ni a sol ni a sombra, donde voy yo, va ella detrás, jeje. Y si cae algo de comida al suelo, es una perfecta aspiradora!
Me acompaña, me sonríe, me da todo el cariño del mundo, me consuela, es mi peque, mi bichito...
Bueno, espero que os haya gustado esta entrada.
Un saludito!
