¡Hola a todos y a todas!
¿Qué tal estáis? Yo ya voy cogiendo la rutina de mi vida después de que mi marido tuviera vacaciones la semana pasada y aprovecháramos para hacer una
escapada romántica a este hotel, el Vincci Selección Aleysa, en Benalmádena, plena Costa del Sol. Coged una taza de té o café y disfrutad de la entrada...
Esta escapada romántica
fue un regalo que nos hicieron, así que, nosotros no pagamos nada, pero os puedo asegurar que para todo lo que tiene el pack,
no es naaaada caro. Y ahora que se acerca
San Valentín, pues podéis aprovechar para disfrutar de las parejas en vez de comprar los típicos regalos...
Incluye:
* Estancia de una noche para dos personas en habitación doble superior
* Media pensión alimenticia, incluyendo cena romántica (a la carta) y desayuno buffet (y también con carta)
* Aparcamiento
* Entrada al spa ilimitada (sin limitación horaria y tantas veces como quieras ir)
* Recibimiento con copa de champán
* Decoración romántica en la habitación con sorpresas...
Ésta es la entrada del hotel, en la cual vemos que
está catalogado como un hotel de 5 estrellas... el único en el que he estado en mi vida, la verdad.
Aquí en la entrada dejamos el coche y fuimos a preguntar dónde estaba el aparcamiento, jeje, y aquí empezaron las
sorpresas: nos pidieron las llaves y nos preguntaron dónde estaba nuestro equipaje dentro porque ¡¡¡
nos aparcaban el coche y nos subían el equipaje a la habitación!!! Ese momento en que te sientes en plan Julia Roberts en
Pretty Woman... pues eso.
Mientras esperábamos a todo esto...
Copita de cava en esta súperterraza
Al poquito tiempo ya vinieron a hacernos un
tour por el hotel para que viéramos dónde estaba todo; desde el ascensor, (sí, hay clases de yoga gratuitas por las mañanas)
hasta el gimnasio (como comprenderéis, no lo caté :-D)
o el spa...
Así que, cuando llegamos a la
habitación, ya estábamos impresionados, pero...
Mirad qué
decoración taaan bonita de la cama (enorme, por cierto) y el
cava rosado con muchísimo hielo (os prometo que duró hasta la noche) y esa
bandejita de fresas bañadas en chocolate...Ñam...
El baño también me gustó mucho porque tiene todas las estancias separadas entre sí por mamparas.
¿Y qué le gusta a una potinguera como yo?
El set de Rituals que teníamos como amenities... Y sólo puedo decir que ¡me encanta todo!
Y claro, con unas
vistas como éstas... ¿quién no se tumba al solecito con una taza de té en la mano?
He de decir que
el spa está genial: tiene sauna, baño turco y una piscina con diferentes secciones de chorros y de burbujas, desde la zona del cuello, a la espalda, piernas o las típicas camas de chorros.
Baño turco
Sauna
Zona de relax (nunca me había pasado, pero mientras mi marido estaba por segunda vez en la sauna, di una cabezada de 10 minutitos zzzzzz)
Se me olvidaban las
duchas de contraste térmico...
Y también hay
varias salas de tratamientos, pero esto va aparte, jeje
Después de la tarde de spa, a la habitación a descansar un poquito y relajarnos antes de la cena.
El restaurante del hotel se llama Alamar, y el chef se llama Daniel García.
Os pongo fotos de por la mañana, porque el móvil no me lo llevé ni a la cena ni al desayuno, ¡fue desconexión total!
El comedor es pequeñito, pero es que el hotel en realidad no es mega grande, sino que es recogidito para que no haya aglomeraciones y
todo sea descanso y relajación.
Desayuné en esa misma mesa... una maravilla, de verdad.
La cena fue espectacular, con una sangría que nos hicieron al momento y que, ejem, ejem... estaba buenísima, pero ¡vaya cómo se subía! Jajajajaja.
Sin embargo, por mucho que los nombres de los platos sean super fashion y enrevesados (tipo los pétalos de tomate de Masterchef, jajaja), os puedo asegurar que
se come muy bien y bastante cantidad, nada de dos trocitos en un plato enorme. Estaba todo riquísimo, sin ningún pero, de verdad. (Hasta mi marido se comió las verduras al vapor...)
Y el
desayuno, aparte de tener lo típico de buffet, pues tiene una carta impresionante que se les puede pedir que nos la hagan. Nosotros pedimos crepes de chocolate, pero vamos, que había muchísimos platos calientes del tipo huevos revueltos, escalfados, salchichas, churros... de todo, vamos.
Y es que es precioso... no me digáis que no...
Y
fijaros qué detalles tienen... por la noche, nos trajeron a la habitación estas dos cosas:
A la izquierda,
el tiempo que va a hacer en la localidad al día siguiente y a la derecha,
una cajita con un bombón y dos caramelos de gominolas... Esto para endulzar algo más la noche, jeje.
Y, aunque se me pasó hacerle foto, también tenías a tu disposición un
hervidor de agua con infusiones de forma totalmente gratuita.
En fin, que de verdad os lo recomiendo enormemente. Mi marido y yo ya hemos acordado que, cuando no tengamos idea de qué comprarnos para algún acontecimiento, nos regalaremos
una escapada romántica al Hotel Vincci Selección Aleysa.
Esta entrada no está patrocinada por el hotel, sólo les pedí permiso para hacerla porque la experiencia nos gustó muchísimo, simplemente.
Os dejo la web del hotel por si queréis ver sus ofertillas
aquí.
¿Ustedes hacéis escapadas románticas con vuestras parejas para reconectar?
¡Un saludito!
PD: Gadi, hay uno de la misma cadena en Marbella para niños que nos vendría estupendamente para verano, jejeje.