¡Hola a todos y a todas!
¿Qué tal va la semanita? Yo la estoy notando un poco lenta, pero vamos, que eso son las ganas de fin de semana que tengo, jeje. Y es que, estamos en fechas especiales en el sitio en el que vivo y tengo una ilusión por compartirlo con mi peque...
Pero a lo que vamos. Hoy toca una receta que hago algunas veces cuando mi marido tiene un día duro en el trabajo y todavía le queda mucha tarde para sacar adelante. Ya sabemos todo el mundo que la pasta nos va dando una energía que se va "liberando" conforme pasa el tiempo, así que, nada mejor cuando tenemos estos días.
Os presento el plato:
Quien quiera ponerle un nombre, adelante, yo no soy como el de Masterchef con los "pétalos de tomate", que ya se han hecho famosos, por cierto.
¿Os gusta la pinta que tiene? Pues os cuento cómo los hago.
Ingredientes:
* Macarrones. Yo uso los de Gallo de toda la vida, para mí, no hay mejores.
* Hojas de laurel.
* Champiñones laminados.
* Cebolla.
* Pimienta recién molida.
* Queso rallado.
* Aceite y sal.
Preparación:
En una olla (que no cacerola), pongo agua a hervir junto con un poquito de sal y un par de hojas de laurel secas. Cuando "arranca" la ebullición, echo los macarrones y bajo a fuego medio.
Normalmente los tengo unos 8 minutos, o bien hasta que yo vea que están al dente, no me gusta la pasta que se desmorona en la boca porque está demasiado cocida.
Mientras esto pasa, pongo en una sartén bien amplia (28 cm.) un chorrito de aceite y corto cebolla en juliana para pochar.
Una vez la cebolla está trasparente, añado los champiñones. Si éstos son de lata, los escurro y enjuago con agua del grifo para quitarle el "saborcillo" del agua que traen. Aquí hay que tener cuidado, porque saltan como condenados y podemos quemarnos; así que, tapadera al canto.
Cuando estén doraditos añadimos los macarrones bien escurridos (ya se suponen que han terminado la cocción). Y seguimos dorando un poquito. Aquí es cuando añadimos la pimienta recién molidita, que le da un punto de chispa genial.
Ahora tenéis dos opciones igualmente válidas:
- O añadís el queso rallado ahora para que se funda con la pasta
- O apartáis y añadís el queso rallado entonces, que con el calor que tiene la comida, también se funde, aunque algo menos.
¿Y bien? Yo sé que esto no tiene ninguna ciencia y que, probablemente, todas lo hemos hechos, pero bueno, quería compartirlo, como siempre hago.
Espero que os guste.
¡Un saludito!
PD: ¡Se aceptan sugerencias!
'This is my place' es un lugar en el que plasmo mi opinión sobre productos de belleza; muestro los looks de maquillaje que me hago; enseño mis manicuras (con o sin nail art) y pongo mis recetitas. Si os gusta la variedad temática, este es vuestro blog a seguir; yo os doy la bienvenida encantada. Podéis seguirme en mis redes sociales buscando @EmiliaTeacher ¡Un saludito!
viernes, 7 de junio de 2013
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jajaja Me ha hecho gracia lo de "yo no soy como el de master chef"...menos mal! A mi esta recetita me gusta y la hago a menudo porque a mi hija mayor le encanta la pasta con champiñones. BESOS!
ResponderEliminarMe alegro que os guste, ¡está riquísima!
Eliminar¡Besitos!
A mi la pasta me vuelve loca, no puedo tomarla mucho por la hernia y eso hace que todavía me guste mas. Además me pasa como a ti, me gusta al dente, en su punto, enterita, los alimentos pasados pierden toda su gracia.
ResponderEliminarLa pondré en práctica para cuando me dé un gustito de comer pasta, que espero que sea pronto :).
Jajaja, es lo que nos pasa a todos, basta con que nos digan que no podemos hacer algo para sentir un deseo irrefrenable de hacerlo...
Eliminar¡Un saludito!
Que buena pinta. A mi me encanta la pasta y los champiñones asi que seguro que me gusta.
ResponderEliminarUn saludo!! =)
¡Al ataque, Rita! Jajaja.
Eliminar¡Un saludito!