Sí, ya sé que hace como un siglo que no aparezco por aquí, pero es que le cogí el truco a los vídeos y le he dedicado todo el tiempo que he podido al canal de YouTube. Os dejo el último vídeo que publiqué, unas compritas que hice en Rituals y en Primor ;-)
Pero bueno, no quiero descuidar del todo el blog, y por ello os traigo una entrada en la que os cuento mi estreno con la marca Inglot. ¿Os quedáis a verla?
Es cierto que esta marca no es para nada nueva, todo el mundo compraba por internet, pero yo no había tenido ocasión de verla físicamente y no me atrevía a lanzarme. Hasta que Primor la trajo a algunas de sus tiendas (Miramar, Larios, Nueva y La Cañada) y también lo incorporó a su catálogo online.
Allí ya pude ver y toquetear algunas cositas y finalmente aproveché una oferta de 3x2 que tenían, para iniciarme con la marca.
Primero de todo, un producto que es abanderado de la marca, el Duraline.
Un producto multifuncional que promete; desde "revivir" una sombra en crema o un eyeliner, hasta convertir tu sombra preferida en un eyeliner perfecto, pasando por alargar la vida de nuestra máscara de pestañas.
El envase es de cristal, y el dosificador es un gotero, con lo cual tenemos precisión asegurada. Podemos ir regulando la cantidad de gotas que vayamos necesitando poco a poco.
Por otro lado, otro must de la marca es el delineador en gel. En mi caso, cogí el número 77, el color negro.
Un producto básico donde los haya en cualquier tocador que se precie.
La pigmentación es excepcional, con una pasada muy, muy ligera sobre el gel, el pincel se impregna como para hacer el delineado del ojo entero de una pasada.
Yo lo estrené para carnaval, para pintar nariz y bigotes de ratón en la cara de mi hija y en la mía (yo también lo usé para delinear los ojos).
Con respecto a duración, he de decir que a mí me aguantó toda la fiesta y más, y me lo quité porque tenía que trabajar, pero estaba perfecto.
El tercer producto que adquirí fue un pincel que me tenía enamoradita desde hace muchísimo tiempo; la 4SS.
Es suave a más no poder, no ha perdido ni un solo pelito al lavarlo y, aunque es algo gordito, a mí me parece perfecto para aplicar sombra en la cuenca del ojo, puesto que al mismo tiempo, difumina posibles cortes. Una maravilla, la verdad.
Por el tamaño que tiene, también podría usarse para sellar el corrector con polvos o incluso para el iluminador. Ya sabemos que las brochas/pinceles vienen con usos "predefinidos", pero luego cada una le busca la función que más le guste.
Y bien, ¿qué os han parecido mis inicios con Inglot?
La verdad es que seguiré ampliando mi colección con sus productos, porque me parecen de excelente calidad; tengo muchas ganas de probar sombras, coloretes y pigmentos.
Nos leemos en la siguiente entrada.
¡Un saludito!